Por Yamila Cafrune y Marcelo Ratti
FRAGMENTO DE LA NOTA PUBLICADA EN
PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN EDUCATIVA. EL CLUB DEL MAESTRO
http://www.elclubdelmaestro.com.ar/
En este “primer encuentro” con Uds., queridos docentes del país, queremos compartir los orígenes del género gauchesco, posicionados desde una mirada federal para luego comenzar a “charlar” acerca del mate: sus características, su historia y su “lenguaje” específico… Consideramos que “el conocer” un poco más sobre estas cuestiones colaborará a que puedan llevar estas temáticas a cada una de las aulas….
El mate. La historia y el lenguaje del mate
Para comenzar a hablar del mate hay que presentarlo. Y su presentación no puede ser otra que decir que él es el invitado especial e infaltable en toda reunión. Es un personaje singular que inicia y finaliza todo encuentro. Pero no nos limitaremos a definirlo por sus características. Avanzaremos relatando su historia y lenguaje:
Su historia:
Podemos decir que es una infusión que se ceba en un cuenco (el cual puede ser de variados materiales), la cual se absorbe por medio de una bombilla. Se toma caliente y puede variar entre dulce o amargo, según el gusto del “cebador” o del invitado. A ese cuenco se le echa yerba mate y, sobre ella, el agua caliente (no hervida).
La yerba mate ya era una planta conocida y utilizada por los pueblos originarios de nuestro país, antes de la época de la conquista. Incluso hay leyendas sobre la “Caa- mate” (yerba mate – ver Leyendas argentinas, de Neli Garrido de Rodríguez – entre otros libros que la contienen). El conocimiento que de ella tienen los conquistadores es debido a la compañía de algunos aborígenes en sus campañas: llevaban unas bolsitas hechas en cuero (llamadas “guayacas”) que contenían la yerba mate algo triturada y tostada. Acostumbraban masticarla o, agregándole agua, sorberla con pequeños canutos pulidos y secos elaborados con caña (nuestras actuales bombillas).
Más tarde, fueron los padres jesuitas los que –al estar en permanente contacto con los miembros de los distintos pueblos- dan inicio al cultivo intensivo y la distribución del producto a todo el Virreinato del Río de La Plata.
Así como a nosotros nos gusta tomarlo, hay personas que se especializan en cebar mate, conociendo y teniendo en cuenta las características propias de cada región. Ello, no obstante, no impide que haya un código tácito en la cebadura. Al decir de don Francisco N. Scutellá: “nos ha tocado vivir el episodio donde a alguien le devuelven el mate ofrecido diciéndole: no, éste es un mate de gringos…”.
Su lenguaje:
Cuando hablamos del “lenguaje del mate” específicamente, hacemos referencia a la manera de prepararlo, la forma de ofrecerlo, la temperatura del agua de la cebadura, si es amargo o dulce, si conlleva o no algún que otro yuyito, con qué mano es entregado, etc.
Va, a continuación, parte de este lenguaje con aquellas características más generalizadas:
1. mate amargo (o cimarrón): indiferencia.
2. mate dulce: amistad.
3. mate tapado: rechazo; no regresés.
4. mate espumoso: amor correspondido.
5. mate hirviendo: odio.
6. mate cebado por la bombilla: antipatía.
7. mate frío: desprecio.
8. mate encimado o continuo: quiero que te vayas; no sos visita deseada.
9. mate cortito: quiero que vuelva; me resulta corta la visita.
10. mate chorreado: no viniste en buen momento.
11. mate con leche: estima; amistad.
12. mate con ombú: (broma) te estoy echando (la hoja de ombú actúa como laxante natural); no vuelvas.
Nuestro acervo cultural es tan rico, que giran en torno del mate muchas creencias, no solamente las expuestas. Se llegó incluso a creer que, agregando determinados “condimentos” al mate, éste podría llegar a tener algo de magia.
Así:
1. para que una persona amada regrese a nuestro lado, debemos cebar mate con cortaduras de uñas de la mano propia.
2. para que el esposo sea bueno con la señora, no le discuta, sea calladito y obediente, se le debe cebar mate tres viernes seguidos con yerba mezclada con uñas de tatú.
Existen refranes en donde el mate es la figura principal o comparativa,
o algunas de sus partes (por ejemplo: la yerba, la bombilla, el azúcar, etc.):“Al que revuelve el mate, se la tapa la yerba”.
“Al que es buen cebador, ninguna yerba le afloja”.
“Si te convidan con mate, no andés mirando la yerba”.
“El mate no habla aunque tenga boca”.
“¡Tomá mate!”
“Eso es calentar el agua pa’ que otro se tome el mate”.
“Encima del mate, chocolate”.
Sintetizando…
Podemos decir que el MATE que es la infusión argentina por excelencia. Acompañó al gaucho en sus jornadas diarias en los ranchos o estancias; a los reseros en sus largos viajes; era el refresco que se ofrecía en las diferentes postas cuando las travesías eran en carruajes; era el silencioso compañero de los ilustres hombres que forjaron nuestra Independencia, en momentos de reflexión ante las inminentes batallas.
Subí tu comentario, o la foto del mate que te acompaña cada día. Otros datos acerca de este elemento tan arriagado en nuestra cultura.
Hola:
ResponderEliminarSomos docentes de la escuela Nº 102 ¨Puerto Landa¨ de Costa Uruguay Sur, del dpto. Gualeguaychú en la provincia de Entre Ríos. Les enviamos, para compartir, fotos de imágenes de construcciones tradicionales del campo. Las mismas reflejan las imágenes de la actividades diarias de los hombres de campo, yerra, jineteadas, carrera de riendas, partos, etc. Asimismo adjuntamos la foto de nuestra escuela y sus chicos.
Estamos elaborando un proyecto para desarrollar a lo largo del año y que culmine con un gran festejo, junto con las escuelas rurales de la zona, el próximo mes de noviembre para celebrar nuestras tradiciones.
Nuestro propósito es seguir en contacto para intercambiar ideas, un gran abrazo.
Alejandro Aguilera
Docente